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Tarragona, 17, 18 y 19 de mayo de 2002 |
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EFE: La parienta pobre de los medios de comunicación públicos.¿Qué es EFE? EFE es la cuarta agencia de información del mundo, la primera en América Latina, constituida como una sociedad anónima mercantil de carácter público, cuyo capital pertenece a la Sociedad Estatal de Participaciones Industriales (SEPI). Los miembros de su consejo de administración son en su mayoría funcionarios de los distintos ministerios del estado, exceptuando una representación testimonial de la profesión nombrada a sugerencia de la Moncloa entre personas ajenas a EFE. Los trabajadores y trabajadoras de EFE o sus representantes sindicales no tienen ni voz ni voto en ese consejo de administración.
El único órgano de "control" al que esta sujeto EFE es económico. La administración hace una vigilancia monocolor de sus cuentas. Una vez al año su presidente-director comparece ante la Comisión de Presupuestos del Parlamento para tratar de justificar la inversión del estado en la agencia.
Contrariamente a lo que se piensa, EFE no está sujeta a ningún control, vigilancia o consejo que vele por su funcionamiento, gestión o servicio a la ciudadanía dada su entidad de agencia pública de información o agencia estatal de información. EFE es cada vez mas, blanco de presiones informativas desde el partido de turno en el gobierno central y sus directores de información nombrados también a gusto de quien manda y no por criterios puramente profesionales.
EFE, el patito feo o la parienta pobre. En un momento en el que los medios de radio y televisión pública españoles y autonómicos demandan una reforma que los equipare al resto de medios públicos en la Unión Europea, EFE no quiere quedarse en la cuneta y los que hacemos que esta agencia de noticias sea posible demandamos un estatuto para ella, un estatuto que ya hemos pedido los representantes de los trabajadores a los partidos políticos en el Congreso de los Diputados, en el Senado y en los parlamentos autonómicos y un consejo independiente que vele por la veracidad e imparcialidad de la información que emite.
El artículo 20 de la Constitución Española señala en su punto numero 3 que "la ley regulará la organización y el control parlamentario de los medios de comunicación social dependientes del estado o de cualquier ente público y garantizará el acceso a dichos medios de los grupos sociales y políticos significativos, respetando el pluralismo de la sociedad y de las diversas lenguas de España". Estos preceptos no se cumplen en el caso de EFE, por lo que proponemos la constitución de un organismo independiente, plural y profesional que garantice la independencia y objetividad del trabajo de la agencia.
Desde la llegada al poder del PP y con los cambios que este partido introdujo en la dirección de la agencia EFE, se han primado mas las afinidades políticas, personales y de intereses que la valía profesional del trabajo de los periodistas de EFE. Eso ha provocado un deterioro notable tanto en la calidad como en la objetividad de la información que transmite la agencia por sus servicios por lo que creemos necesario y urgente la creación de un comité que elabore un estatuto de redacción y que los trabajadores de EFE puedan opinar e incluso escoger a sus jefas o jefes de sección y de redacción.
Los trabajadores y trabajadoras de EFE estamos inmersos en un expediente de regulación de empleo (ERE) que se acaba a finales de este año y que ha supuesto prejubilaciones anticipadas obligatorias con la marcha forzada de una parte valiosa de la plantilla. Cobramos menos que la plantilla de Radiotelevisión Española y de TV3 en Catalunya, a menudo por jornadas mas largas, y hemos sufrido una pérdida de poder adquisitivo de mas del 15 por ciento en los últimos seis años, tras varias congelaciones salariales y subidas por debajo del IPC.
No sabemos aún que nos espera con la nueva gestión de la SEPI, que acaba de desembarcar en la agencia, y cuyo presidente, Ignacio Ruiz Jarabo, ha declarado recientemente que EFE "es un elemento difusor de servicio público y, como tal, es intocable, no va a ser objeto de privatización" y ha señalado que a corto plazo quiere "invertir el color de su cuenta de resultados".
Invertir los resultados negativos que ha tenido EFE en los últimos años significa mejorar una gestión económica que ha sido ineficaz y a veces temeraria. Pero un plan que garantice el futuro de EFE implica también un compromiso por parte del Estado de financiar adecuadamente los servicios públicos que la agencia ofrece, de los que se nutren el resto de medios de comunicación, después de que en los últimos años el contrato de servicios con el estado haya reducido significativamente su peso respecto a la facturación total de la empresa.
Para presentarnos con la cara bien alta ante la opinión publica queremos que EFE dependa de una autoridad pública en la que participen profesionales cualificados y de consenso y "hombres y mujeres buenos/as" que sigan nuestro producto con criterios profesionales y de servicio publico. Queremos que nuestro presidente o presidenta sea nombrado por un gran consenso y no a dedo por el partido de turno en el gobierno como ahora y que se sigan criterios similares para el director o directora de información y para los responsables de las delegaciones y creemos que con esas premisas ya podríamos ir con la cara bien alta y defender nuestro producto con la verdad por delante.
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